Todo removido y escuchando un eco sin cesar dentro de mí.
Agotadas todas las fórmulas aún sigo pensando que no se han acabado todos los caminos, porque a pesar de todo siguen saltando chispas de colores.
Me matas, me resucitas, vuelvo a morirme, ... después de más de un mes he volado y caido cientos de veces y solo pienso con seguridad que me sirve para saber que finalmente después de todos los destinos sigo viva.
Algunas cosas son imparables: no puedes hacer nada. Cuando vuelva a desencontrarte tendré otras cien trampas donde querer caerme.
Como la crecida de un río. Volverás a sonreirme y a hacerme llorar. Seguro.
VERANO, casi Otoño 2006