Si vuelvo y no me dejas
el tiempo me estará arañando
y me esconderé bajo las sábanas
buscando migas de galletas.
Si vuelvo te tendré ahí sentado,
en el tercer peldaño de la escalera.
Si vuelvo, espérame un poquito
porque seguro que tendré
que retocarme los labios
mirándome al espejo.
Cuando llueva necesitaré un paraguas
por si llueve o hace sol,
ese rabioso que deja mis mofletes rojos
como las amapolas.
Si vuelvo te dejaré un poquito de azucar
por si tomas un café sin edulcorar
de esos que no te ponen nervioso.
Si vuelves habré escuchado ya
el buzón de mi teléfono
y entoncés te quedarás dormido
sin saber que yo seguro que te he esperado
y soñarás que amanece más temprano que nunca
y tu despertador no ha sonado.