De Sevilla solo tengo buenos recuerdos. Para mí es la mejor ciudad de España (al menos de todas las que he visitado), y éso que soy de Zaragoza y me considero muy maña pero Sevilla... Sevilla, es diferente a cualquiera.
De todos los momentos que pasé en ella hay uno especial, breve y conciso, pero intenso y mágico.
Una tarde en la calle Betis de Triana me quedé dormida a orillas del Guadalquivir, hacia un sol de justicia... Frente a mí, a lo lejos, la Torre del Oro, al otro lado del río nos custiodaba la siesta, a mí y a un hombre de barriga inmensa que también dormia placidamente unos metros más allá.
Cuando desperté sobre mi falda habían caido varias florecillas de azahar de los naranjos que me habían cobijado con su sombra el sueño.
El momento único y que nunca olvidaré; mi despertar allí, recién caida la tarde.