Se tatuan una sonrisa (tatuaje permanente) y salen a la playa, dan un paseo, bailan hasta las tantas en una discoteca, alucinan con un masaje de piedras volcanicas, y dejan que la espuma de la bañera se salga por todo el baño.
Suben en un ascensor panorámico decenas de pisos y luego andando casi mil escaleras.
Se revientan de reir en la cama, y comen doscientos helados hasta que les duele la tripa.
Se maquean impresionantes para darle fuego a la noche, se besan hasta que sale el sol y cuando ha amanecido vuelven a besarse hasta que anochece.
Miran el mar cogidos de la mano y sueñan que envejecen juntos y piensan que su amor es inmortal y que nada puede destruirlo.
A mi hermano e Irene.