El 7 de Febrero de 1988 mis abuelos me hicieron un regalo genial. El libro Cuentos por Telefono de Gianni Rodari. Parece mentira que hayan pasado casi dos decadas... Permanece nuevecito en mi biblioteca apesar de haberlo releido un millón de veces y espero que continue durante decadas... que digo decadas, durante siglos y que pase de madre a hijos como paso de abuelos a nieta.
Lo genial de este libro, que os sugiero "encarecidamente" lo leais, es que contiene un montón de pequeños tesoros. Os voy a adelantar en este post de hoy uno de ellos como prueba de ello. Justamente la última de las historias de esta maravillosa obra. (Para que sea cierto el refrán de que lo bueno se hace esperar y esta entrada de casi las 10 de la noche tenga justificación). Disfrutarlo.
HISTORIA UNIVERSAL
Al principio, la tierra estaba llena de fallos y fue una ardua tarea hacerla más habitable. No había puentes para atravesar los ríos. No había caminos para subir a los montes. ¿Quería uno sentarse? Ni siquiera un banquillo, ni sombra. ¿Se moría uno de sueño? No existian la camas. Ni zapatos ni botas para no pincharse los pies. No había gafas para los que veian poco. No había balones para jugar un partido; tampoco había ni ollas ni fuego para cocer los macarrones; es más, mirándolo bien, tampoco había macarrones. No había nada de nada. Cero tras cero y basta. Sólo estaban los hombres, con dos brazos para trabajar, y así se pudo poner remedio a los fallos más grande. Pero todavía quedan muchos por corregir: ¡arremangaos, que hay trabajo para todos!