Dulce, como una tempera rosa.
Impecable como un margen,
como un novio sin usar.
Tirante, como un chiste mal contado
o una chistera sin mago,
... delicioso a mi pesar.
Colgado, como un yonqui sin basura,
Irreverente y cansado
como un acorde sin final.
Y testarudo como un niño consentido,
entregado y tan absurdo
que ya no te aguanto más.
Y entre tanto, con sabor a chocolate
como un donut, caducado,
voy mordiÉndote y verás
como corre por la aurícula derecha
ese grito que tropieza
cuando encuentra mi arsenal.
Cargado de pegamento y dinamita;
solo explota si se excita
si te pierdo una vez más.
(Va por Fito)