El corazón de un poeta,
y mi música y mis libros.
La sonrisa que me evade,
el sigilo y los bigotes de gato.
Arroz para las bodas
y diamantes para los desayunos.
Esa es la esencia de tu teorema y el mio.
Las luces de la noche
y la brisa marina
y en cualquier otro lugar
que no sea nuestro fuego
los alientos descansando
de un verano hambriento
y soñoliento.
Tu boca deliciosa,
el perfume de tu espalda
y después de otra mirada
te digo cuatro cosas
para que oigas mi voz
rasgando firme el silencio.
Las muecas de los viernes
las risas de los domingos,
el relampago del tiempo,
las arrugas y los viajes
la nariz de un refriado,
los buñuelos de viento escondidos
y esos suspiros a media noche.
Sí, también esos suspiros.
Esa es la esencia de tu teorema y el mio.
La albufera y las fragatas,
los naufragios prohibidos,
la muerte, el miedo, la noche
la vida, el cielo, el cariño.
Esa es la esencia.
En tu teorema estoy
y tu en el mio prendido.