De ternera, de jamón serrano, de pescado, de verdura, de pollo... Creo que ya las he hecho de todas las formas posibles y cada vez estoy más segura de que nunca conseguiré que estén ni la mitad de sabrosas que las de mi madre.
Las croquetas tienen para mí un misterio escondido que irremediablemente no termino de descubrir. Lo peor de todo es que estoy a punto de perder toda esperanza.
Hasta mi padre (para el que todo lo que cocino "está riquisimo" , las croquetas le hacen sucumbir. No se puede negar, no se puede esconder y no debo mentir: Mis croquetas no es que estén malas, pero tampoco están buenas.
6 comentarios:
quizas es que mama ha dejado el liston de las croquetas demasiado alto ...
DejaME PROBAR y te ayudo a ver q les falta..mmm me encantan
Pilar, ¿yo he probado esas famosas croquetas? Ahora no me acuerdo pero bueno para la cena esa que nos “debéis”, jeje, espero probarlas y te daré la opinión de uno que se come hasta las piedras…
Aupa el Blog.
Que tarde, otra vez hasta las tantas….
Ciao. Besos al Gaillego.
P.D. Tu si que conoces las croquetas de mi suegra…. ¿no?
No he probado tus croquetas pero tampoco quisiera probar la amargura de uan despedida anunciada de mi blog.
Estoy muy ocupado porque acabo de llegar a Sevilla y no paro.
Prometo no olvidar tu blog y dejar comentarios.
Un saludo y suerte con las croquetas.
Amo tus croquetas, segurísimo!
Mira qué monísimas que son ellas!!!
:)
Muá
Pilar, no he probado tus croquetas pero el mero hecho de hacerlas ya es todo un mérito!! es cierto que las madres ponen el listón muy alto...
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